Qué es un PLE

La evolución de la educación en los últimos años se ha centrado en superar el concepto de aula virtual como una plataforma cerrada. Para ello se ha potenciado el uso de herramientas web 2.0 y tecnologías móviles que siguen utilizando internet como plataforma pero que ofrecen un acceso universal e instantáneo que no depende del lugar en el que los estudiantes se encuentren. De esa forma se posibilitan múltiples opciones de personalización que son capaces de adecuarse a las necesidades individuales de cada persona. Este concepto recibe el apelativo de Entorno Personal de Aprendizaje o su acrónimo anglosajón PLE (Personal Learning Environment). 

En la época actual, el verdadero reto al que se enfrentan los docentes es el de integrar los elementos innovadores que se les ofrecen en una metodología efectiva que ofrezca a los alumnos una manera de aprender que aproveche sus capacidades y facilite la adquisición de conocimientos. El uso de las herramientas 2.0 disponibles es una base para proporcionar nuevas experiencias de aprendizaje desarrollando principalmente las competencias básicas de ‘comunicación lingüística’ y ‘cultural y artística’ y, especialmente, ‘Tratamiento de la información y Competencia digital’. 

Siguiendo la clasificación de Cabero y Marín (2011), las definiciones de PLE se pueden agrupar en dos grandes tendencias, las de carácter pedagógico y educativo y las de tecnológico e instrumental. 

Desde el punto de vista pedagógico, según los mismos autores, se concibe un PLE como un cambio en la metodología educativa que promueve el auto aprendizaje por medio de la utilización de recursos web, formando un sistema centrado en la figura del estudiante. 

Según Adell y Castañeda (2010), son sistemas que ayudan a tomar el control y gestión del propio aprendizaje, lo que incluye el apoyo a los estudiantes para que fijen sus propios objetivos, gestionando los contenidos a aprender y el proceso a seguir, y comunicándose con otras personas para lograr las metas marcadas. 

Por ese motivo, los entornos personales de aprendizaje pueden ser considerados como un nuevo enfoque de la enseñanza, una nueva manera de entender cómo se aprende mediante un proceso informal, en el cual no hay exámenes ni programas, y los alumnos/as se fijan sus propios objetivos como aprendices, escogiendo sus maestros, las herramientas y los contenidos que quieren aprender. Por tanto, es una manera de aprender, no una manera de enseñar. 

Desde el punto de vista tecnológico e instrumental, fundamentado en el uso de internet, los PLE son considerados como la posibilidad de hacer uso de un conjunto de herramientas generalmente gratuitas, unos recursos y unas fuentes de información, y de entablar contactar con un conjunto de personas para aprender y desarrollarse profesionalmente. Según la definición propuesta por Fiedler y Pata (2009) son una colección de instrumentos, materiales y recursos humanos que una persona conoce, y a las que tiene acceso en el contexto de un proyecto educativo en un punto dado en el tiempo. 

Adell y Castañeda (2010) proponen que un PLE está compuesto de tres partes. En primer lugar, herramientas y servicios que se utilizan para el aprendizaje. En segundo lugar, recursos o fuentes de información ubicados en la red que son accesibles mediante las anteriores herramientas y que son de interés a nivel formativo. Y por último, las personas con las que se mantienen contactos y se intercambia información a través de objetos mediadores como presentaciones multimedia, artículos o redes sociales, cuyo nombre técnico es Personal Learning Network o red personal de aprendizaje. 


Figura 1. Estructura de un PLE. Fuente: adaptado a partir de Adell y Castañeda (2010) 

Por tanto se usan herramientas y servicios para buscar y acceder a información, así como para crear y publicar contenidos y comunicarse con otras personas de las que se puede aprender y compartir el conocimiento. 

Para Casquero (2010, pág. 293) “un PLE es un intento de crear un adecuado ambiente centrado en el alumno que incorpora todas las herramientas, servicios, contenidos, datos y personas involucradas en la parte digital del proceso de aprendizaje”. 

La conclusión de Cabero y Marín (2011), es que un PLE puede ser visto como una reacción a la manera o forma en que los individuos están utilizando la tecnología para el desarrollo de su aprendizaje, a las nuevas demandas que la sociedad está generando en el ámbito educativo y a la evolución de las formas de conocimiento que se están generando dentro de la sociedad del conocimiento. 

En un PLE se espera una participación activa del usuario, que sea capaz de construir su propio conocimiento y compartirlo, construyendo una red personal de confianza donde se obtiene y se ofrece conocimiento. Por lo tanto, para que el enfoque y la construcción sean correctos se necesita un aprendiz formado, que cultive su entorno a lo largo del tiempo y sea capaz de añadir herramientas nuevas, intercambiar las obsoletas por otras que dispongan de mejores prestaciones y crear nuevas relaciones personales con personas u organismos que sean de su interés. Todas estas piezas proporcionan la capacidad de mejorar el conocimiento y construir una red de contactos personalizada mediante la que cualquier inquietud por saber o comunicar algo puede ser satisfecha, y con una audiencia potencial ilimitada. 

A nivel docente, el objetivo final para un buen uso de estos entornos es desarrollar una metodología constructivista del conocimiento apoyada en el uso de herramientas que fomenten no sólo el aprendizaje autónomo sino que el trabajo colaborativo entre el alumnado. Una práctica útil y recomendada consiste en compartir y hacer públicos los materiales y recursos creados por los profesores/as mediante el uso de licencias libres, de tal manera que el trabajo realizado sea reutilizable por otros compañeros/as de trabajo. 

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